CDF App Project- Homepage (21).png

ENCONTRANDO FORTALEZA EN EL SENOR

“Dios es nuestro amparo y fortaleza,
Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.”
(Salmos 46:1)


Encontrando Fortaleza en el Señor

En tiempos de desafíos y dificultades, nos encontramos buscando fuerza. Pero ¿dónde encontramos una fortaleza verdadera y duradera? Como creyentes, nuestra fuente última de fortaleza reside en el Señor. La Biblia nos recuerda en el Salmo 28:7: "El Señor es mi fuerza y mi escudo; mi corazón en Él confía; de Él recibo ayuda". Cuando nos apoyamos en Dios, confiamos en sus promesas y buscamos su presencia a través de la oración y la adoración, descubrimos una fuerza que supera nuestras limitaciones.
Una poderosa forma de encontrar fortaleza en el Señor es buscándolo en la oración. La oración no solo es un medio de comunicación con Dios, sino también una oportunidad para depositar nuestras cargas a sus pies. En Mateo 11:28, Jesús nos invita, diciendo: "Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar". Cuando derramamos nuestros corazones delante de Él, encontramos consuelo, paz y fuerza renovada. En la oración, reconocemos nuestra dependencia en Dios e invitamos a que Él obre en y a través de nosotros. 
Además, buscar a Dios en la adoración es una práctica transformadora que profundiza nuestra conexión con Él y nos llena de su fortaleza. Cuando entramos en una adoración sincera, invitamos la presencia de Dios a habitar entre nosotros. En el Salmo 22:3, leemos: "Pero tú eres santo, tú que habitas entre las alabanzas de Israel". Mientras elevamos nuestras voces en adoración, encontramos el poder y la majestuosidad de Dios. La adoración no solo renueva nuestra perspectiva, sino que también nos recuerda su fidelidad y bondad, encendiendo un fuego dentro de nosotros que alimenta nuestra fortaleza.
A través de la oración y la adoración, descubrimos que Dios no solo es el proveedor de fuerza, sino también la fuente de nuestra fortaleza. Llegamos a comprender que la verdadera fortaleza no se encuentra en nuestras propias habilidades, sino en rendirnos a su voluntad y confiar en su poder. En 2 Corintios 12:9, el apóstol Pablo escribe: "Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad". Cuando reconocemos nuestras debilidades y confiamos en la gracia de Dios, su fortaleza obra a través de nosotros de maneras sorprendentes.
Al buscar al Señor en la oración, participar en una adoración sincera y reconocerlo como nuestra fuente última de fortaleza, nos abrimos a recibir su poder y dirección. Acerquémonos a Él, confiando en que en nuestros momentos de debilidad, Él nos dará la fuerza para superar, perseverar y prosperar. Encontremos consuelo en saber que cuando somos débiles, Él es fuerte, y su fortaleza nos llevará a través de cada circunstancia.
ORACION DE REFLEXION:
Padre celestial, venimos humildemente ante ti buscando fortaleza y guía. Perdónanos por confiar en nuestras propias habilidades y descuidar buscarte en oración. Renueva nuestros espíritus y ayúdanos a encontrar descanso en tus brazos amorosos. Te pedimos que ministres a los cansados y cargados, brindándoles consuelo y paz. Fortalécenos con tu Espíritu para caminar en tu fortaleza y cumplir tu propósito en nuestras vidas. En el nombre de Jesús, amén.